miércoles, 22 de octubre de 2008

El síndrome del vestuario. Operaciones de alargamiento o engrosamiento de pene.

El síndrome del vestuario, o trastorno dismórfico de pene, consiste en la sensación de angustia experimentada por un hombre al percibir su pene como pequeño, sin que sea así desde un punto de vista objetivo. Se le llama así porque este complejo tiene muchas veces su origen en las inevitables comparaciones que se producen cuando un varon se desnuda para cambiarse de ropa junto a otros hombres. Esta falsa percepción sobre el propio falo se da fundamentalmente en hombres con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años.

Según la andróloga Ana Puigvert, del Instituto Marqués de Barcelona, de los 2.400 pacientes que como media ve cada año más del 20% acude a su consulta con la idea de alargar o engrosar su pene. Cuenta la andróloga: “Yo trato de disuadirles. Esto no es estética. Hago que se desnuden y se miren al espejo. Les mido. Son penes normales, sanos, que pueden satisfacer a cualquier mujer. Pero al igual que les pasa a las anoréxicas, que perciben su cuerpo distorsionado, ellos se ven el falo pequeño, ridículo. Les afecta incluso en su rendimiento laboral. Hasta el punto de que muchos llegan física y mentalmente muy perjudicados”.

Las operaciones de alargamiento de pene consisten en seccionar el ligamento suspensorio del pene y/o eliminar grasa subcutánea alrededor de la base del mismo, de forma que este aparenta ser un poco más largo. El ligamento suspensorio fija el pene al hueso púbico y soporta la piel que se extiende desde el abdomen hasta el tronco del falo. Además, lo estabiliza y proporciona su típica erección hacia arriba. Cuando se corta este ligamento, el pene parece más largo porque hay más parte del mismo fuera del cuerpo. Pero seccionar dicho ligamento puede producir la inestabilidad de la erección del pene, desviándose respecto a la típica posición vertical.

Las operaciones de engrosamiento de pene son tres: lipoimplante peneal, que consiste en extraer primero grasa de zonas como el abdomen mediante liposucción para posteriormente inyectarla debajo de la piel del pene desde la raíz del mismo; injerto dermograso, que consiste en forrar el perímetro del pene con un injerto compuesto de dermis y grasa; dermis acelular, que consiste en forrar el perímetro del pene con unas láminas de dermis porcina o procedente de donantes a la cual se le ha desprovisto de todo tipo de células, quedando exclusivamente el componente de fibras.

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