El hecho de querer recibir placer mediante la penetración anal no cambia la integridad de uno ni cambia su orientación sexual. Está comprobado científicamente que sólo por el hecho de tener experiencias de sexo anal, tanto penetrando analmente como siendo penetrados no lo convierten a uno en bisexual, gay ni otro genero sexual. De hecho todos los hombres pueden sentir un placer enorme en la penetración anal, sólo es necesario derribar tabúes y barreras psicológicas y sociales, darse a la entrega absoluta a tu compañera y experimentar algo diferente. Se pueden utilizar vibradores o consoladores pequeños, medianos o grandes, según la experiencia de cada uno. El sexo anal bien realizado no sólo no duele, sino que además permite sentir un enorme placer y tener orgásmos explosivos!
Mitos
Los mitos son generados principalmente por la homofobia que dicen que un hombre heterosexual si recibe placer anal es gay y pierde su condición de hombre, y no hay nada más equivocado que esto. Así mismo se dice que el sexo anal duele y esto no es así, ya que practicando el sexo anal con lubricantes anales diseñados específicamente para esta práctica eliminan todo el dolor y sólo dejan el placer.
Actualmente es muy común y socialmente aceptado que la mujer puede ser penetrada analmente, y que ella sí disfruta del sexo anal siendo mucho más común que los hombres le lleven consoladores anales para utilizar sobre ella, y en muchas ocasiones ella lo pide abiertamente. Pero ¿por qué los hombres aman el sexo anal con sus parejas femeninas? Los hombres disfrutan sentirse poderosos, es parte de su ego masculino. Sabemos que puede sonar un poco machista y territorial, un tanto retrograda, pero es la realidad.
El sexo vaginal es fantástico, por decir lo menos, pero se vuelve normal después de algunos años, incluso rutinario. Se convierte en la norma. Así que cuando la posibilidad de sexo anal aparece, lo que ellos ven es como una nueva aventura y se emocionan como niños con juguete nuevo.
Otra razón importante: es muy angosto! El ano es un lugar donde nada ni nadie ha entrado. Los músculos están intactos, las paredes son angostas. Aseguran que la sensación es indescriptible y mucho más placentera que con sexo vaginal.
La experiencia sí puede ser placentera, pero requiere de paciencia y esfuerzo de ambas partes. El sexo anal no debe doler, pero necesitas mucho tiempo de juego previo para lograrlo. Si experimentas dolor, regresa al juego previo para relajarte, porque esta práctica debe ser placentera para ambos.
Recomendación: ¡usa condón!
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