miércoles, 29 de mayo de 2013

Disfraces eróticos


Explorar la sexualidad puede ser, para muchos, una tarea difícil.


Cuestiones sociales, morales, vergüenza, nuestras propias barreras, y tantas otras que se te puedan ocurrir, generan tal represión que nos privamos de disfrutar, nosotros mismos y nuestra pareja.

Elevar el acto sexual al status de máxima expresión del placer, hace que lo único que se termine haciendo en la cama sea el coito, convirtiéndose en monótono y, sobre todo rápido, casi efímero. Esto, que termina sumándose a la agotadora rutina diaria en la que vivimos, resulta negativo, y hasta desgastante, para la pareja.

Hay distintas opciones para que esto cambie, para innovar. Comenzar por introducir en el acto sexual elementos que nos den satisfacciones nuevas como ser lubricantes, disfraces, lencería, aceites, y otros. Pero hoy vamos a enfocarnos en uno de ellos: los juegos de rol y los disfraces eróticos.

Primero y fundamental, hay que perder la vergüenza. Esto tendría que estar de más aclararlo, pero la mayoría de las veces el poco diálogo sexual en las parejas, o la falta de este, termina alejándonos hasta el punto de compartir la cama sólo para dormir. Así que no tengamos miedo a comunicarnos.

En los juegos de rol las alternativas son muchas (médico-paciente; rey-plebeya; cartero-ama de casa) y el límite sólo se encuentra en cada uno de nosotros. Es fundamental que nuestra pareja este de acuerdo antes de comprar el disfraz y aparecer delante de él/ella, porque en caso de no gustarle, puede resultar contraproducente.

Animarse es fundamental y liberador. Jugar seriamente puede ser divertido y erótico. La sensualidad y la imaginación pueden traernos sensaciones nuevas y olvidadas. La sexualidad está para ser explorada, y la cama no tiene límites. A Descubrirla!!!

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